Cuestiones para el diálogo:
1. Ante este mundo regido por una "economía que mata", en palabras del Papa. los cristianos tenemos que acoger la novedad radical de Dios y vivirla en honestidad y coherencia.
a) ¿Cómo lo vivo yo a nivel personal, y a nivel comunitarios?
b) ¿Qué cambios tengo que hacer en mi vida para vivirla en coherencia?
2. La gran tentación del agente de pastoral es llegar a ser "un funcionario: no me pidas más, ya he cumplido".
a) Y el pesimismo estéril... Eso que repetimos tanto: "No hay nada que hacer", las profecías de calamidades, un neopelagianismo (como si todo dependiese de mi).
b) Otra gran tentación es la mundanidad espiritual, aprovechar cargos y títulos para ser alguien, y no como oportunidad para servir. Muchas veces esta mundanidad nace del miedo y de la necesidad que tengo de reconocimiento.
c) Cainismo intraeclesial (Caín, el hermano de Abel). La maledicencia. No nos perdonamos ni una. Vivimos la diversidad como un drama y no como una oportunidad. La uniformidad mata a la Iglesia... Hay que recuperar la actitud positiva de la confianza, de la estima del otro...
¿Qué examen de conciencia hago ante todas estas tentaciones? ¿Qué tengo que cambiar en mi vida? ¿Y en mi comunidad?
Pregunta para la concreción
¿Cuáles crees que son los grandes retos que tiene la Iglesia de Segorbe-Castellón? ¿Dónde están sus grandes necesidades, a partir de lo que dice el Papa en los núm. 102-109, y de lo que tú percibes desde tu realidad (responsabilidad-formación de laicos y laicas, la aportación de la mujer en los procesos de decisión de la Iglesia, la pastoral de niños y jóvenes y familias, pastoras de vocaciones y selección de candidatos al Seminario, perfil de los ministros ordenados (presbíteros y diáconos))?