¡Qué misión tan grande es ser apóstol!
Seguir al Señor a donde vaya,
anunciar con gozo su Evangelio
y ser para los hombres
portadores de su paz.
Ven, Espíritu Santo Creador,
a visitar y a quedarte
en el corazón de nuestros catequistas.
Llénalos de tu gracia viva y eficaz
para que sean un testimonio cierto y creíble,
que con su palabra y su vida nos revelen
el rostro de Jesús. Amén.
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